Chichén Itzá: la Pirámide de Kukulcán, testigo de la historia y la restauración Fotografías comparativas revelan la majestuosidad de este monumento maya a través del tiempo
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- 27 mar
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Un santuario maya con legado astronómico Construida por la civilización maya entre los siglos IX y XII d.C., la pirámide sirvió como santuario dedicado a Kukulcán, la deidad serpiente emplumada. Su arquitectura, que incorpora elementos del calendario maya, es un testimonio de la sofisticada comprensión de la astronomía y las matemáticas que poseía esta antigua cultura.
Restauración: preservando el esplendor para las generaciones futuras Las iniciativas de restauración llevadas a cabo a lo largo de los años han sido fundamentales para preservar el esplendor de la Pirámide de Kukulcán. Gracias a estos esfuerzos, este monumento histórico continúa deslumbrando a visitantes de todo el mundo y transmitiendo su legado cultural a las generaciones futuras.
Un símbolo de la grandeza maya La Pirámide de Kukulcán no solo es una maravilla arquitectónica, sino también un símbolo de la grandeza de la civilización maya. Su meticulosa construcción y su profundo significado cultural la convierten en un destino imprescindible para quienes buscan conectar con la historia y la sabiduría ancestral.
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