
Las importaciones de China se contrajeron bruscamente en abril, mientras que las exportaciones aumentaron a un ritmo más lento, lo que refuerza las señales de una débil demanda interna a pesar del levantamiento de las restricciones por el covid y la creciente presión sobre una economía que ya lucha contra el enfriamiento del crecimiento mundial.
Según datos de aduanas publicados el martes, los envíos entrantes a China cayeron un 7,9% interanual en abril, extendiendo la caída del 1,4% observada un mes antes. Por otro lado, las exportaciones crecieron un 8,5%, disminuyendo el aumento del 14,8% en marzo.
Estas cifras contrastan con las expectativas de los economistas, que pronosticaron un crecimiento nulo en las importaciones y un aumento del 8,0% en las exportaciones. La caída en las importaciones sugiere que la economía mundial no puede contar demasiado con el motor de crecimiento interno de China, lo cual también refuerza la debilidad en algunas de las principales economías de sus socios comerciales.
La disminución del 15,3% en la importación de semiconductores indica el retroceso en la demanda en el mercado de reexportación de estas piezas. Además, otros indicadores, como las exportaciones de Corea del Sur a China y las importaciones de carbón y cobre, muestran una tendencia a la baja.
Los analistas señalan que la fuerte campaña de endurecimiento de la política monetaria global en los últimos meses y el estrés bancario reciente en Occidente continúan siendo preocupaciones para las perspectivas de recuperación tanto de China como del resto del mundo.
El deterioro de los flujos comerciales en abril renueva las preocupaciones sobre la demanda externa y los riesgos para la economía nacional. Aunque se espera una recuperación económica sólida después de la pandemia, los nuevos pedidos de exportación se han contraído drásticamente, lo que plantea un desafío para los políticos y las empresas chinas.
Ante este panorama, el gobierno chino ha intensificado las medidas de apoyo político y apunta a un modesto objetivo de crecimiento del PIB de alrededor del 5% para este año. Se espera que intervenga para apoyar el mercado laboral del sector manufacturero a través del estímulo fiscal, en respuesta al deterioro de la economía global y el debilitamiento del sector manufacturero de China.
Las acciones en los mercados de Hong Kong y China continental se vieron afectadas por estos datos, reflejando la preocupación de los inversores. A pesar de cierto alivio proporcionado por los datos del PIB del primer trimestre, persisten dudas sobre las perspectivas de la demanda debido a la debilidad del mercado inmobiliario y el aumento de los ahorros bancarios.
En conclusión, las importaciones de China se han contraído y las exportaciones han aumentado a un ritmo más lento en abril, lo que indica una débil demanda interna y plantea desafíos para la recuperación económica del país en medio del enfriamiento del crecimiento mundial.
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